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Mientras que el cerebro es el que procesa nuestras experiencias; el NFB entrena la auto-regulación de dicho procesamiento. Es decir, el NFB le permite al cerebro la maravillosa oportunidad de sacarnos del medio sin necesidad de que nos envíe a dormir para que así el cerebro pueda descansar de nuestras exigencias y reajustar su propia actividad de procesamiento sin que le estemos exigiendo.
Al procesar experiencias, hay aspectos de dicho procesamiento que requieren de nuestra involucración; pero también los hay aquellos aspectos que para ocurrir correctamente requieren de que NO nos involucremos con el procesamiento. En el ocurrir, transcurrir y discurrir de nuestras vidas hay veces en las que nos hemos involucrado demasiado –exigiéndole demasiado al cerebro; y otras en las que no nos hemos involucrado lo suficiente –no exigiéndole lo suficiente. En ambos casos se producen alteraciones en la manera como el cerebro procesa las experiencias. Estas alteraciones se llaman DISREGULACIONES. Y se han descubierto patrones en la disregulación.
Así es que si tienes síntomas de depresión o de ansiedad; o si tienes desordenes de la atención o del dormir; o si tienes dolores recalcitrantes y problemas con tu apetito; o daño cerebral por accidente y convulsiones; o estas abrumado por el stress o aburrido por tu falta de ella; o tienes problemas con tu hablar, la lectura y tu concentración; o sencillamente quieres aumentar tu desempeño pico –el NFB puede producir cambios (desde favorables a muy favorables) sobre las disregulaciones de la autoregulacion y cambiar dichos síntomas, desordenes y condiciones.
El NFB es un ejercicio para el cerebro. Cuando te sientas en el sillón a jugar video-juegos con tu cerebro, nosotros estamos observando de momento a momento tu cerebro en acción –monitoreando sus ondas eléctricas. Le mostramos a tu cerebro su propia actividad y le ayudamos a cambiarla recompensándole sólo aquellas operaciones que le permiten descubrir y retomar su manera natural de auto-regularse.
El NFB es un gradual proceso de aprendizaje. Y por ello decimos que el NFB promueve un ENTRENAMIENTO más que un tratamiento; aunque a veces sirve de tratamiento.